¿Qué necesita esta Raza?
Pero en los tiempos actuales, en los que ambos miembros de una pareja trabajan y los niños están en el colegio, se deben hacer algunos planes para acomodar al cachorro mientras esté solo.
No se debería dejar a un cachorro suelto por la casa. Incluso el dejarle encerrado en la cocina o en la despensa no supone una solución ideal.
Incluso el dejarle encerrado en la cocina o en la despensa no supone una solución ideal. Un cachorro al que dejemos solo se aburrirá y pronto ocasionará daños en su entorno. Esto no es nada bueno para los muebles ni para el cachorro, ya que muchos de estos objetos pueden provocar grandes daños y facturas caras del veterinario si son mordidos y tragados.
Deberá aprender todo lo referente a la utilización de una jaula como instrumento para la educación básica del cachorro. Todo perro que viva en una zona urbana debe disponer de un recinto vallado.
No podemos esperar de un perro que se quede dentro de los límites de su propiedad ni que se pasee suelto de forma segura por el vecindario, y los Beagle no suponen una excepción. Hay demasiados coches y camiones que, además, van demasiado deprisa como para arriesgarse a que un perro vaya suelto por la calle.
Siempre debemos sacarle a pasear con la correa y el collar puestos.
Cuando no lleve la correa puesta debe encontrarse muy lejos del tráfico, ya que su curiosidad innata, su agudo sentido del olfato y su devoción por la caza harán que deje a un lado la precaución y continúe con lo que está haciendo, ya sea con o sin su propietario.
A ningún perro le gusta estar encerrado y apartado cuando su familia está en casa. Un Beagle que participe, siempre que sea posible, en las actividades familiares será un Beagle feliz y bien adaptado.
Salud de la Raza
Hay dos enfermedades en concreto que son particulares de esta raza : la llamada «funny puppy» (cachorro gracioso), en la que el cachorro crece de forma lenta y se desarrolla con piernas débiles y la espalda torcida y, aunque normalmente esté sano, es propenso a diversas enfermedades; y la displasia de cadera, común en harriers y en algunas razas más grandes, pero que raramente se considera un problema en los Beagles.
Por sus patas cortas, que hacen que al andar se balanceen más que los perros de patas largas, están considerados una raza condrodistrófica, y son propensos a varios tipos de afecciones de los discos intervertebrales. En casos raros, pueden desarrollar artritis poligénica, una inflamación de las articulaciones provocada por una disfunción del sistema inmunológico, incluso cuando son jóvenes.
Los síntomas pueden aliviarse en ocasiones con tratamientos a base de esteroides. Sus orejas caídas, largas y amplias pueden hacer que el canal auricular no se airee lo suficiente o que retengan aire húmedo, lo que puede conllevar infecciones de oído. También pueden sufrir diversos problemas en los ojos; dos afecciones oculares comunes en los Beagles son el glaucoma y la distrofia corneal.
También pueden padecer el llamado ojo cereza, un prolapso de la membrana nictitante canina, o distiquiasis, una situación en la que las pestañas nacen fuera de la línea habitual y pueden irritar el ojo; ambas dolencias pueden ser corregidas mediante cirugía; también pueden padecer varios tipos de atrofia retinal.
Un fallo del sistema de drenaje nasolacrimal puede causar sequedad en el ojo la aparición de lágrimas en la cara.
En su condición de perros de campo son propensos a heridas menores, como cortes y esguinces y, si se mantienen inactivos, la obesidad se convierte en un problema común ya que ellos comerán siempre que tengan comida disponible y tendrán que ser sus dueños los encargados de regular su peso.
Cuando trabajan o corren en libertad en el campo pueden ser infestados por ectoparásitos como pulgas, garrapatas o ácaros de la cosecha y por endoparásitos como los céstodos; también pueden introducírseles en los ojos, oídos o patas semillas de hierbas y sembrados y producirles irritaciones.
Preocupaciones relativas a la Salud de la Raza
Las buenas noticias sobre el segundo tipo de hipotiroidismo es que su diagnóstico no es complejo mediante una muestra de sangre y su tratamiento es fácil y barato: consiste, sencillamente, en administrar una pequeña pastilla una o dos veces por día.
Los indicadores comunes del hipotiroidismo son el aletargamiento, la tendencia a la obesidad, una mayor sensibilidad al frío y al calor, pérdida bilateral de pelo y ennegrecimiento bilateral de la piel, especialmente en el abdomen y los muslos. El hipotiroidismo también puede afectar negativamente a la reproducción.
Los problemas de espalda son tan frecuentes en los perros como en las personas, y se sabe que los Beagle también los sufren. Existen muchas razones por las que los perros padecen problemas de espalda (que van desde las vértebras torácicas, pasando por las lumbares y hasta llegar a la región coccígea), y entre ellas se incluyen las causas familiares y las ambientales. Los perros con problemas esqueléticos que afecten a su flexibilidad y a sus movimientos no deberían ser utilizados como animales reproductores.
Además, deberíamos preocuparnos por mantener a nuestro Beagle esbelto y delgado, con una pequeña capa de grasa y con musculatura recubriendo las costillas. En condiciones ideales, debería parecer un atleta fuerte y esbelto capaz de desempeñar el trabajo para el que fue criado.
Los síntomas comunes de los problemas de espalda pueden ser la reticencia a subir y bajar escaleras o a entrar y salir de su coche, temblar, esconderse, la falta de apetito y, en los casos extremos, una postura jorobada o una parálisis parcial o completa de las extremidades posteriores. Cualquiera de estos síntomas requerirá la atención inmediata por parte de un veterinario.
La epilepsia canina es otra enfermedad que afecta a los Beagle. Se han llevado a cabo investigaciones exhaustivas sobre la herencia de la epilepsia, y el estudio de los pedigrees muestra que efectivamente, es hereditaria (se da más en los miembros de una misma familia de lo que cabría esperar si la razón fuera el mero azar). Una pregunta que debe usted formular al criador al que visite acerca de su línea es: «¿Ha tenido alguno de sus perros ataques de tipo epiléptico?».
Es importante que sepa que un criador responsable no haría criar a aquellos animales que padezcan esta enfermedad. Aparte de la epilepsia, hay otras razones por las que un perro puede sufrir ataques pero, a pesar de ello, cualquier tipo de ataque debe hacer que vayamos inmediatamente al veterinario para que someta al perro a un chequeo completo para dar con el diagnóstico.
La «enteritis del cubo de la basura» es un término que se aplica a los perros que se dan un festín comiendo cosas que no se encuentran normalmente en su recipiente para la comida, lo que da como resultado molestias gastrointestinales. Los perros que han robado alimentos de la mesa de la cocina, del cubo de la basura o que han estado husmeando en la cesta de la colada deben ser vigilados por si muestran algún tipo de molestia: falta de apetito, vómitos, diarrea o una obstrucción intestinal.
Recuerde que tanto los perros adultos como los cachorros pueden tragarse cosas que no sean opacas, como unas medias de señora o lencería, que no aparecerán en una radiografía pero que pueden dar lugar a una obstrucción completa del intestino.Lo mejor es buscar ayuda profesional tan pronto como apreciemos cualquier tipo de molestia.