El Australian Terrier es divertido, fiel y activo. Tiene un carácter fuerte y un poco dominante. Su expresión inteligente y vivaz denota que siempre está alerta. A pesar de ser un perro de campo, se adapta perfectamente a la vida familiar. Le gusta mucho jugar y que le den afecto.
Vivaz, atento y con una expresión facial que denota inteligencia, leal y muy fiel. En ocasiones puede llegar a ser dominante por lo que un buen adiestramiento desde temprana edad sería lo adecuado.
El terrier australiano necesita mucha compañía de su familia, pero tiende a ser reservado con los extraños. También puede ser agresivo con perros del mismo sexo y con animales pequeños, pero no tiene tanta tendencia a la agresión como otras razas de terrier. De cualquier manera, es importante socializar al perro con la gente, con perros y con otros animales, desde temprana edad.
Por otra parte, es uno de los terrier más fáciles de adiestrar, ya que no es tan hiperactivo como otros del grupo. Sin embargo, es importante entrenarlo en base a métodos positivos, ya que es un perro sensible y responde mal a los castigos y tratos duros.
Entre los problemas comunes de comportamiento en esta raza, se encuentran los ladridos excesivos, la tendencia a cavar en el jardín y, ocasionalmente, la agresividad hacia perros y otras mascotas. Estos problemas pueden prevenirse dándole a los perros la oportunidad de ejercitarse, suficiente compañía, una correcta socialización y el adiestramiento adecuado.
Aunque la raza Australian Terrier fue desarrollada principalmente para cazar animales pequeños, el terrier australiano es muy versátil y puede ser una excelente mascota. No es buena mascota para niños muy chicos, ya que éstos pueden maltratar al perro y el perro puede defenderse mordiendo. Sin embargo, es una excelente mascota para niños grandes que saben respetar al perro y personas jóvenes y adultas.